Tu cuerpo energético (o aura)
también necesita una buena limpieza de vez en cuando.
¿Cuándo fue la última vez que te
sentiste horriblemente agotado después de un día normal de trabajo? O esos
extraños dolores y molestias que has tenido últimamente… Y ¿qué hay de esa
sensación que tuviste cuando tu jefe se puso a tu lado y sin ninguna razón te
sentiste de repente incómodo y preocupado por tu trabajo?
Es hora de una limpieza de malas
energías!
No sólo generamos nuestra propia
cascada de emociones y energías en nuestras auras, también recogemos las
energías, emociones y características de las situaciones que ocurren alrededor,
y de auras cercanas. Y si son negativas, su “enlace” puede pegarse a nuestras
auras. Por eso, si no recurrimos a una limpieza de malas energías del cuerpo,
pueden interferir con nuestra energía e incluso nuestras relaciones. La
compatibilidad entre auras es la base de las atracciones (y las rivalidades)
entre las personas.
Entonces, ¿qué es eso a lo que
llamamos aura, que tiene tanta influencia en la vida? Tu aura es tu cuerpo
espiritual, o Cuerpo de Luz, y está realmente hecho de luz. Es lo que eres por
debajo de tu piel, tu ADN, y tu cerebro pensante: es tu Espíritu, tu esencia
eterna, el verdadero tú.
Tu aura irradia pensamientos e
intenciones a los demás y cuando tus pensamientos son de amor, otras personas
se sentirán atraídas por ti. Los pensamientos negativos, por el contrario, son
construcciones energéticas muy destructivas que transmiten malas vibraciones e
implican un aura negativa.
Tu aura es un espectro de color
de luz viva y aún más que tu cuerpo físico, debe mantenerse limpia. La gente va
toda una vida sin una limpieza de energías, pero eventualmente… todos
necesitamos una buena ducha psíquica.
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